Un vestido de novia sin
dueña, una carta sin remitente en el recibidor y un músico dispuesto a darle
una melodía especial a todo cuanto le rodea…
¿Qué puede salir si se unen las tres cosas?
Briana es una joven que regresa a la ciudad tras
vivir un tiempo en el extranjero, curando las heridas de un pasado algo
agitado. Desilusionada con la vida y sin esperanzas de poder sacar nada bueno
de ella, resulta que el destino ha decidido no querer darle la razón tan
fácilmente. A pesar de que su nueva vida se reduce a compartir secretos y
cotilleos con su hermana Emma, la realidad la sobrepasa el día en que encuentra
un vestido de novia en su armario, con el que no sabe qué hacer, y por si eso
no fuera suficiente, encuentra también una carta con las palabras más hermosas
que jamás haya leído, pero que no incluye remitente alguno.
Por su parte, Étienne, el joven músico que
comparte cafetería cada tarde con ambas chicas, se ha propuesto dificultarle un
poco más su día a día, si es que eso es posible. Con una sonrisa encantadora,
unas palabras deliciosas y la mirada más tentadora que un hombre pueda poseer,
Briana siente que su mundo se desmorona cuando descubre la realidad que se
esconde tras esa melena rubia, rebelde y despeinada y su inseparable violín.
Mi
opinión:
Tenía
muchas ganas de leer la nueva novela de Estefanía, porque la primera me
encantó. Además, sabiendo en quién se ha inspirado para el personaje de Étienne…
un músico fascinante, de un atractivo arrollador, con una sonrisa de esas que
hacen que te preguntes en que parte del camino perdiste las bragas… (perdón por
la expresión). A las que no lo sepan, este músico, en quién se ha inspirado la
autora es el violinista David Garrett, que si no conocéis, os recomiendo que lo
busquéis en youtube y os deleitéis un rato, eso sí, hacerlo antes de leer el
libro… porque todo tendrá otra intensidad.
Ahora
a la novela, que es de lo que se trata ¿no?
Tenemos
a Briana, una mujer con un inicio en la novela complicado, con una carrera profesional
muy exitosa y con una relación envidiable con su hermana mayor.
Tenemos
un vestido de novia abandonado en un armario de un piso de alquiler al que
habrá que buscarle dueña y unas cartas misteriosas e inmensamente románticas
que aparecen debajo de una puerta sin remitente ni destinatario.
Por
supuesto, tenemos a Étienne… ese chico rodeado siempre de partituras y siempre
acompañado de su violín. Misterioso, romántico, dulce, fascinante, que hará que
la vida de Briana recupere emociones perdidas.
Los
“problemas” o “sorpresas” comienzan cuando no somos claros en nuestras
explicaciones, o simplemente las omitimos, que dan lugar a malos entendidos y
también desilusiones. ¿Podemos aceptar una situación inesperada a las primeras
de cambio?
Si
bien es cierto que me han quedado interrogantes que me habría gustado
descubrir, aunque no sean imprescindibles para el desarrollo de la historia,
soy muy cotilla y me gusta saberlo todo… no las voy a hacer públicas para no
destrozar parte de la historia, pero… lo averiguaré!!! :-D
Un fragmento que me ha dejado fascinada "No me creo que no haya nada interesante en tu vida, eso es imposible. Todas las personas vivimos a diario cosas interesantes, experiencias únicas que nos hacen sentir vivos, humanos, con capacidad de sentir... Simplemente, somos nosotros los que nos aferramos a la idea de que todo eso es normal y que no tiene nada de diferente, privándonos así de la oportunidad de sentir algo especial día tras día y convirtiendo de ese modo nuestra vida en una rutina."
Es
una novela amena, de rápida lectura y romántica al máximo.
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