Sinopsis:
Una mezcla deliciosa
de humor, erotismo y situaciones absurdamente exasperantes.
Caroline ha empezado una nueva vida. Acaba de llegar a San Francisco con su gato Clive para trabajar como diseñadora de interiores. Con lo que no contaba es que esta excitante experiencia incluiría a su vecino, Simon, de quien le separa únicamente unas paredes tan finas como papel de fumar. Noche tras noche, Simon y sus «amigas» la despiertan con ruidos escandalosos... No solo oye la cama golpeando rítmicamente la pared sino también los gritos de éxtasis. Lo peor de todo es que esta situación no hace más que recordarle que está en dique seco... Simon «el seductor» la obsesiona hasta tal punto que, después de haber sido testigo de una sesión particularmente apasionada, decide tomar cartas en el asunto. Pero no esperaba sentirse atraída por ese delicioso y exasperante semental... Pronto serán sus fantasías lo que la mantendrán en vilo.
Caroline ha empezado una nueva vida. Acaba de llegar a San Francisco con su gato Clive para trabajar como diseñadora de interiores. Con lo que no contaba es que esta excitante experiencia incluiría a su vecino, Simon, de quien le separa únicamente unas paredes tan finas como papel de fumar. Noche tras noche, Simon y sus «amigas» la despiertan con ruidos escandalosos... No solo oye la cama golpeando rítmicamente la pared sino también los gritos de éxtasis. Lo peor de todo es que esta situación no hace más que recordarle que está en dique seco... Simon «el seductor» la obsesiona hasta tal punto que, después de haber sido testigo de una sesión particularmente apasionada, decide tomar cartas en el asunto. Pero no esperaba sentirse atraída por ese delicioso y exasperante semental... Pronto serán sus fantasías lo que la mantendrán en vilo.
Divertida, picante, sexy. Pura fantasía en la ciudad del Golden Gate.
Mi
opinión:
No tenía claro lo que me iba a encontrar en esta
novela, y la empecé a leer con un poco de incertidumbre, pero me ha
encantado!!!
Me he reído, me he divertido y he pasado un buen
rato mientras la leía, que al final es de lo que se trata ¿no?
Caroline se acaba de mudar al apartamento que le
ha realquilado su jefa, y allí se encuentra con que el vecino con el que comparte
pared de dormitorio tiene unas noches bastante activas… y ella no. La situación
la exaspera tanto que una noche, decide aporrear su puerta igual que él aporrea
su pared para reclamarle un poco de paz y sueño tranquilo, pero… lo que la
espera al otro lado de la puerta no se lo esperaba.
Desde el momento que cruzan palabras en el
descansillo de la escalera, la relación de ambos será cuanto menos… divertida.
Porque un cúmulo de circunstancias, casualidades o no… harán que se conozcan
más que por los ruidos a través de la pared.
Simon nunca ha querido relaciones formales,
porque su trabajo como fotógrafo no es compatible con la vida hogareña que le “reclamaría”
una pareja estable y a él le sirve así, de momento.
Por otro lado están Mimi y Sophie, las amigas de
Caroline y Ryan y Neil, los amigos de Simon, un cuarteto que también creará
situaciones de lo más rocambolescas, divertidas e inesperadas.
También tendrán sus momentos Jillian, la jefa de
Caroline y su prometido… que se las traen estos dos…
¿Qué pasa cuando conoces a tu otra mitad en una situación
poco agradable? ¿Cuándo todos ven lo que los protagonistas no se atreven ni a
imaginar? ¿Cuándo resulta que el mundo es un pañuelo?
Una historia divertida, que no es ni romántica,
ni erótica, ni chick lit, pero si una mezcla excelente de todo ello. Una novela
con la que reírte, enamorarte, esperanzarte y, me reitero, divertirte.
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