Cualquier
mujer con dos dedos de frente huiría como de la peste de un hombre sexy,
arrogante y seguro de sí mismo como Rafa: un depredador, un seductor incapaz de
enamorarse.
Laia lo sabe y, aun así, no consigue escapar a su
encanto. Separados por 500 kilómetros de distancia, pero unidos por una
irrefrenable atracción física, comenzarán una relación que solo se basa en el
sexo, pero que poco a poco cambiará la vida de ambos para siempre.
Rafa no cree en el amor y no confía en las
mujeres. Laia está dispuesta a demostrarle que está equivocado.
Si hay errores imperdonables que, después de todo,
podrías perdonar a la persona que amas, entonces un depredador, tal vez, puede
aprender a decir "te quiero".
Mi
opinión:
Cuando
Lucía me ofreció reseñar su última novela, me sentí inmensamente halagada y
agradecida, y ahora voy a hacer mi parte, reseñarla.
El
inicio de la historia me encanta, Laia me cae bien desde la página 2. Me ha
recordado tanto a mí y mis amigas en nuestros tiempos jóvenes!!! Descarada,
borde y con las cosas claras.
Empezamos
en una noche de chicas en la que Laia se “cruza” con Rafa, un hombre que
denominaremos “depredador” porque escoge a su presa y no para hasta poder
presumir de trofeo conseguido. Es uno de esos hombres que te avasalla, te
arrolla y después se va, sin decir adiós.
Laia
sabe que no quiere tener nada que ver con hombres como él, y me encanta como
trata su primera “batalla”, de la que sale, en mi opinión, totalmente
victoriosa.
En
la vida, las casualidades, el destino, o como queráis llamarlo, pone en nuestro
camino a las personas que necesitamos para aprender, avanzar, mejorar,
evolucionar a distintos niveles, y la vida de Rafa y Laia no va a ser
diferente.
Nadie
será lo que parece, todos tenemos sombras, inseguridades, miedos… A veces por
experiencias personales, otras por situaciones familiares que vivimos en la
infancia y nos marcan para siempre, sea como fuere, todos tenemos alguna “tara”
que nos afecta en nuestras relaciones personales, y nuestros protagonistas no
se libran de esto tampoco.
Así
que lo que empieza siendo sexo esporádico, sexo esporádico fantástico, narrado
con detalle… terminará siendo una relación sexual no tan esporádica, y con
miras a más, pero… ¿siempre hay algún error imperdonable?
Cierto
es que la novela no tiene intrigas apasionantes, misterios que te mantienen en
vilo, pero sabiendo de antemano que es una novela romántico-erótica, no
defrauda. Hay espacio para el sexo, para las confidencias entre amigas, para
marcar territorio en terreno hostil, para comidas familiares, para discusiones
sin acuerdo, para viajes fantásticos por la geografía española, para… que
disfrutes de un rato fantástico en compañía de Rafa y Laia, estos personajes
creados por Lucía Herrero para hacernos soñar con que también los Depredadores
pueden aprender a decir Te quiero.
Muchísimas gracias, Mónica. Desde mi punto de vista tu reseña refleja exactamente lo que yo quería plasmar en la novela, así que no puedo pedir más. Y si encima te ha gustado... pues qué más quieres que te diga.
ResponderEliminarUn besazo y gracias de nuevo.
Hola me gustaria saber si de este libro hay una segunda parte. Gracias
ResponderEliminarCristina, es un libro autoconclusivo. Desconozco si la autora tiene pensado hacer algo más con estos personajes, pero desde luego, el libro tiene desenlace, que en mi opinión, es un punto final.
EliminarGracias por la aclaración, Mónica. En principio no tengo previsto continuarlo de ninguna forma. No descarto que en algún momento me apetezca echar mano de los personajes para un relato o alguna cosilla así, pero una segunda parte no está en mis planes.
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